Entre los diversos frutos secos cultivados en España, el almendro y el pistachero ocupan un lugar muy especial por sus propias características. Ambos están muy bien adaptados al secano, pero para una producción comercial requieren, como todos los frutales, de dosis suficientes de agua. El almendro es una especie de cultivo tradicional en el que España ocupa la segunda posición mundial, mientras que el pistachero es de reciente reintroducción, aunque muestra una buena adaptación a las condiciones españolas. Ambos ofrecen perspectivas interesantes que conviene analizar.