Esta sequía histórica no da tregua al campo y, a falta de ver cómo viene el otoño, los agricultores y ganaderos llevan semanas con unas rutinas de trabajo más duras para conseguir que a cada cultivo y a cada animal no les falte ni una gota de agua, porque en ello les va el negocio y la supervivencia.
Esta sequía histórica no da tregua al campo y, a falta de ver cómo viene el otoño, los agricultores y ganaderos llevan semanas con unas rutinas de trabajo más duras para conseguir que a cada cultivo y a cada animal no les falte ni una gota de agua, porque en ello les va el negocio y la supervivencia.