Desde el punto de vista de la salud laboral, el sector agrario presenta unas particularidades que condicionan todas las actuaciones preventivas, incluidas las relativas a la vigilancia de la salud de los trabajadores y trabajadoras por las grandes diferencias de los riesgos que conllevan. La diversidad sectorial y geográfica condiciona el desarrollo que una misma actividad pueda tener desde el punto de vista de los riesgos laborales en función del lugar, las condiciones climáticas, la estructura de la empresa agraria, la cualificación de la mano de obra y hasta de la propia idiosincrasia de la explotación agraria y/o ganadera.
Las estadísticas muestran al Sector Agrario como un sector que no refleja la posible realidad de los problemas de salud que ocurren. Además, está muy extendida una errónea visión social de la relación trabajo-salud en la agricultura; al tratarse de una actividad al aire libre, es beneficiosa, sana, con pocos factores de riesgo para la salud.
CCOO de Industria considera extremadamente preocupante la tendencia que reflejan los datos que esta mañana ha facilitado el Instituto Nacional de Estadística (INE) tras la última encuesta de población activa.
Según el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal de agosto de 2017, el trabajo cualificado en actividades agrícolas ha aumentado un 23,33%, situándose como la 4ª ocupación que más crece en España. Con el fin de los contratos de verano el paro aumentó en agosto en 46.400 personas, situando el total de desempleados en 3.382.324.