Los efectos negativos del COVID -19 se hacen notar en las exportaciones de alfalfa deshidratada, según el último informe de la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada. En el pasado mes de agosto las exportaciones se situaron en 137.147 toneladas de forrajes deshidratados (89.893 balas , 47.254 pellets).
El volumen de las exportaciones de alfalfa deshidratada cayó un 16% en septiembre con respecto al mismo mes del año anterior, hasta totalizar 127.388 toneladas vendidas.
Las importaciones totales de alfalfa deshidratada de China en 2018 llegaron a 1.383.700 toneladas, lo que supone una reducción de un 1% respecto del año anterior (en valor descendieron en un 4%), de acuerdo con los datos de Aduanas de China.
Transcurridos los 6 primeros meses del año las exportaciones de alfalfa deshidratada siguen en una línea muy positiva a tenor de los resultados que han arrojados las estadísticas de las exportaciones españolas desde el 1 de enero de 2018 al 30 de junio de este mismo año.
Hablamos con Paco Naval, uno de los responsables del Grupo Operativo para la Estandarización de la Calidad de la Alfalfa, que cuenta con el apoyo del Gobierno de Aragón, a través del programa de subvenciones en materia de cooperación para la creación de los grupos operativos de la Asociación Europea para la Innovación (AEI) en el marco del Programa de Desarrollo Ruralpara Aragón 2014-2020.
Los efectos negativos del COVID -19 se hacen notar en las exportaciones de alfalfa deshidratada, según el último informe de la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada. En el pasado mes de agosto las exportaciones se situaron en 137.147 toneladas de forrajes deshidratados (89.893 balas , 47.254 pellets).