En su constante búsqueda por reducir el desperdicio de alimentos y contribuir a la economía circular, Lidl encuentra una salida a sus productos de pan, bollería, galletas o legumbres no aptos para el consumo humano y retirados de sus tiendas para evitar que acaben en el vertedero.
En su constante búsqueda por reducir el desperdicio de alimentos y contribuir a la economía circular, Lidl encuentra una salida a sus productos de pan, bollería, galletas o legumbres no aptos para el consumo humano y retirados de sus tiendas para evitar que acaben en el vertedero.