¿Cuántas veces hemos escuchado la palabra desperdicio alimentario? Seguro que miles de millones de veces. Pongámosle números. Casi 80 millones de toneladas de vegetales son desperdiciadas en la producción primaria. De ellas, 30 millones de toneladas son solamente fruta, fruta que ni siquiera llega a ser comercializada. Escalofriante, ¿verdad? Desde AINIA trabajamos en varias líneas enfocadas a la lucha contra el desperdicio alimentario en suelo agrícola. Te contamos una de ellas.
La normativa fomenta actuaciones para evitar la pérdida de alimentos en toda la cadena alimentaria, desde la cosecha hasta el consumo
Las empresas de la cadena deberán contar con un plan de prevención para que, a partir de un autodiagnóstico, adopten medidas para minimizar las pérdidas conforme a una jerarquía de usos en la que tendrá prioridad el consumo humano
El anteproyecto se ha sometido al trámite de audiencia pública y se han realizado cuatro foros participativos dedicados a consumidores y ONGs, distribución y canal Horeca, industria y sector primario
En 2020 los hogares españoles tiraron a la basura más de 1.300 millones de kilos de alimentos, una media de 31 kilos por persona
Este proyecto conjunto de la Cátedra UPC-Mercabarna y el Campus del Baix Llobregat persigue acercar a los agentes de la cadena alimentaria la normativa vigente y su aplicación.
Agricultores, ganaderos, pescadores y productores no pueden evitar que se echen a perder miles de toneladas de alimentos ya producidos al no poder ser distribuidos
El Innovation Hub de AITIIP ha acogido la kick-off meeting del nuevo proyecto europeo SISTERS, que el centro tecnológico coordinará entre 2021 y 2025. Un encuentro al que han asistido decenas de representantes del Consorcio, formado por 18 socios de ocho países europeos. Durante el encuentro, los miembros de SISTERS han tenido la oportunidad de trazar un plan de acción para el cumplimiento de los objetivos del proyecto, que ambiciona revolucionar la industria de la alimentación. Con el apoyo de la Comisión Europea, SISTERS se convertirá en un proyecto europeo clave para solucionar el problema del desperdicio alimentario de una manera holística, reduciendo las pérdidas y residuos en un 27% y las emisiones de CO2 en torno a un 20% (según estudios preliminares).
Al hablar sobre las pérdidas y el desperdicio alimentario, partimos de la premisa de que únicamente a través de la concienciación social no será posible alcanzar resultados óptimos para garantizar el máximo aprovechamiento de los alimentos y los recursos empleados para su producción.
En la semana, que tendrá lugar entre el 27 de septiembre y el 3 de octubre, participarán todos los agentes de la cadena alimentaria, desde productores a grandes centros de distribución y consumidores de todo el país.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha iniciado el procedimiento de consulta pública al anteproyecto de ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario para recabar la opinión de las personas y organizaciones afectadas por la futura norma y cuyo plazo de presentación de comentarios finaliza el 5 de julio.
Cada español tiró a la basura una media de 31 kilos/litros de comida y bebida en 2020, cifra similar a la del año pasado, aunque mejora la tasa de desperdicio que baja del 4,7 % al 4,3 % del total de alimentos comprados por los hogares
Según datos de la FAO —la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura—, en la actualidad se pierden o se desperdician hasta un treinta por ciento de los alimentos producidos a nivel mundial, un importante reto a solucionar de cara a garantizar la sostenibilidad del planeta.
Reducir el desperdicio de alimentos de aquí a 2030 es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible con los que se han comprometido los sectores minoristas y mayoristas europeos. Desde que en 2012 se firmó el Acuerdo Minorista sobre Residuos, el desperdicio de alimentos en tiendas y supermercados se redujo drásticamente, pero también se lograron disminuciones similares en toda la logística y cadena de suministro.
El Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente lanza esta campaña con la finalidad de reducir el desperdicio alimentario e impulsar la reutilización en los hogares aragoneses
La subsecretaria del Ministerio ha definido el seguro agrario como un eficaz mecanismo de gestión de riesgos y un elemento importantísimo de adaptación al cambio climático
El cambio climático es actualmente uno de los problemas ambientales más graves originados por el ser humano. En este contexto, evitar el desperdicio alimentario se postula como un factor vital para frenar la gravedad de la situación.
La Asociación Española para la Calidad a través de su Comité AEC Agroalimentario organiza la Jornada: Economía Circular y Desperdicio Alimentario, que se celebrará el próximo 28 de noviembre en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) de Madrid.
El Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, a través de la Dirección General de Cambio Climático y Educación Ambiental pone hoy en marcha la campaña de sensibilización ambiental “Organiza, organizando, menos desperdicios estamos generando” con la finalidad de reducir el desperdicio alimentario e impulsar la reutilización en los hogares aragoneses.
Casi el 40 % del total de desperdicio que se genera hoy en día en los diferentes eslabones de la cadena de valor procede de la industria y el sector primario, como consecuencia de factores climatológicos, regulatorios, desajustes entre la oferta y la demanda, sobreproducción… Las frutas y verduras, además de las raíces y los tubérculos, registran las mayores tasas de desperdicio.
El jueves, 12 de septiembre, en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés –Pº independencia 11, 2ª planta. 976 211 121–, a las 19.30 horas.
«En la séptima conferencia del ciclo dedicado al «Aprovechamiento Alimentario» que organizamos conjuntamente con la Academia Aragonesa de Gastronomía, y la Dirección General de Consumidores y Usuarios del Gobierno de Aragón contaremos con la participación de Ana Echenique, Vicepresidenta de la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU).
CECU trabaja el consumo desde el desarrollo sostenible entendiendo bajo este prisma que el consumo debe de ser un Consumo Responsable. Por eso fomentan que el consumidor reflexione ante la adquisición de cualquier compra o servicio, planteándose preguntas como ¿De qué procesos debemos ser cómplices? ¿Cómo impacta nuestra decisión en las personas (en sus derechos) y en el planeta?
Ana Echenique nos presentará la campaña “No al cubo” impulsada por CECU y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Su objetivo es contribuir a la información y formación de la ciudadanía para evitar el desperdicio de alimentos basado en cuatro aspectos:
La planificación de la compra y el menú. El ahorro, que va de la mano de la planificación. El aprovechamiento de todos los alimentos que tenemos en casa. Fomentar el consumo responsable, es decir, cambiar nuestros hábitos de consumo para ajustarlos a nuestras necesidades».
¿Cuántas veces hemos escuchado la palabra desperdicio alimentario? Seguro que miles de millones de veces. Pongámosle números. Casi 80 millones de toneladas de vegetales son desperdiciadas en la producción primaria. De ellas, 30 millones de toneladas son solamente fruta, fruta que ni siquiera llega a ser comercializada. Escalofriante, ¿verdad? Desde AINIA trabajamos en varias líneas enfocadas a la lucha contra el desperdicio alimentario en suelo agrícola. Te contamos una de ellas.