Llegando la primera luna llena de mayo, los grandes atunes rojos migran, con el fin de reproducirse desde las frías aguas del Atlántico, a las más cálidas del Mediterráneo. En el trayecto, estos grandes peces han de cruzar el Estrecho de Gibraltar, lo cual hacen pasando muy cerca de las costas
Llegando la primera luna llena de mayo, los grandes atunes rojos migran, con el fin de reproducirse desde las frías aguas del Atlántico, a las más cálidas del Mediterráneo. En el trayecto, estos grandes peces han de cruzar el Estrecho de Gibraltar, lo cual hacen pasando muy cerca de las costas