En España, se tiran 7,7 millones de toneladas de alimentos cada año. Una cifra que
representa el 14% del desperdicio de toda Europa y sitúa al país como la séptima nación
europea que más comida despilfarra. Ante estos datos no son pocos los que han
intentado luchar contra ello. Desde una madre de Gerona, Cristina Romero, que, en 2016, llevó
al Congreso de los Diputados más de 220.000 rmas para solicitar un cambio legislativo con el
objetivo de poder aprovechar los excedentes de los comedores escolares (la ley dice que la
comida que ya está elaborada no se puede donar) hasta el Senado que acaba de acordar crear el
Observatorio del Desperdicio Alimentario en un plazo máximo de seis meses.
En España, se tiran 7,7 millones de toneladas de alimentos cada año. Una cifra que representa el 14% del desperdicio de toda Europa y sitúa al país como la séptima nación europea que más comida despilfarra. Ante estos datos no son pocos los que han intentado luchar contra ello. Desde una madre de Gerona, Cristina Romero, que, en 2016, llevó al Congreso de los Diputados más de 220.000 rmas para solicitar un cambio legislativo con el objetivo de poder aprovechar los excedentes de los comedores escolares (la ley dice que la comida que ya está elaborada no se puede donar) hasta el Senado que acaba de acordar crear el Observatorio del Desperdicio Alimentario en un plazo máximo de seis meses.