Los nucleotidos se consideran nutrientes semi-esenciales en circunstancias específicas, como las fases de crecimiento rápido o de ingestión limitada, estrés o inmuno-supresión (Sánchez-Pozo y Gil, 2002). El efecto beneficioso de los nucleótidos se ha descrito en niños lactantes (Sánchez-Pozo y Gil, 2002) y animales jóvenes de diferentes especies (Sauer et al., 2011, Young y Batal, 20122; Ketler et al., 2012). Sin embargo hasta ahora no existe evidencia científica del efecto potencial de los nucleótidos en los rumiantes adultos en general o en el vacuno lechero en particular.