El sector apícola de COAG estima una reducción de cosecha de miel entre el 40 y el 50% por los efectos de la sequía y las pérdidas provocadas por el abejaruco. La menor presencia de insectos por la escasa floración y la ausencia de charcas ha convertido a las abejas melíferas en el principal alimento de esta ave migratoria. Además, las bandadas de abejarucos acuden a cazar abejas a los colmenares próximos y su canto espanta a las abejas, que se quedan sin salir, en el interior de las colmenas. Este comportamiento es peligroso para las colmenas a finales del verano ya que las abejas no salen hasta que los abejarucos desaparecen, perdiendo las mejores horas de pecoreo, lo que disminuye la cría y, por tanto, merma la población que ha de invernar.
El sector apícola de COAG estima una reducción de cosecha de miel entre el 40 y el 50% por los efectos de la sequía y las pérdidas provocadas por el abejaruco. La menor presencia de insectos por la escasa floración y la ausencia de charcas ha convertido a las abejas melíferas en el principal alimento de esta ave migratoria. Además, las bandadas de abejarucos acuden a cazar abejas a los colmenares próximos y su canto espanta a las abejas, que se quedan sin salir, en el interior de las colmenas. Este comportamiento es peligroso para las colmenas a finales del verano ya que las abejas no salen hasta que los abejarucos desaparecen, perdiendo las mejores horas de pecoreo, lo que disminuye la cría y, por tanto, merma la población que ha de invernar.