La innovación es una de las estrategias más eficaces para mejorar la competitividad de cualquier sector productivo. En la producción ganadera el actual entorno económico y la presión competitiva de los mercados hacen de la innovación no sólo una posibilidad, sino una necesidad (MAGRAMA,2013). Por ello, la aplicación de políticas que favorezcan la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) en este sector ha sido prioritaria en los últimos años. Para garantizar su éxito es clave considerar la innovación en los distintos eslabones de la cadena productiva, así como buscar sinergias entre el sector productivo y las entidades públicas de organización y transferenci, poniendo en comín sus capacidades y necesidades.