Las estaciones de esquí se ubican en áreas de montaña cuyo paisaje actual es fruto de la ancestral interacción del hombre y el territorio, y en las que la ganadería ha sido la actividad económica tradicional hasta fechas relativamente recientes. En estas zonas, la interacción entre el esquí y la ganadería puede materializarse en una simbiosis, aunque también a veces en una relación de competencia.