El director general de Cooperativas Agroalimentarias de España, Gabriel Trenzado, ha defendido de cambiar la PAC y medidas «a largo plazo» para proteger al campo frente a las «presiones» y a los cambios alimentarios mundiales que se han acelerado con la guerra de Ucrania.
Recuerda que desde 2018 se desarrolla un Plan de medidas para la fruta dulce, en colaboración con el propio sector, para mejorar la comercialización y resolver sus problemas estructurales
Subraya la necesidad de contar con una organización Interprofesional que es “vital” para la promoción de los productos
Afirma que continuará trabajando en la defensa de la reciprocidad en los acuerdos comerciales, su control y en medidas de regulación de la oferta y demanda
El próximo domingo 6 de mayo los Mercados Agroalimentarios de los Pirineos visitan la localidad de Graus, aprovechando la celebración de la Feria Agroalimentaria del Pirineo, un evento organizado por el Ayuntamiento de Graus y que en esta edición cumple cinco años de funcionamiento, cinco años dando a conocer y comercializando el género de los productores artesanos de la zona.
¿Qué debería pasar? Para restaurar esa confianza y reconvertir la actual incertidumbre en una fortaleza, solo cabe una opción: la transparencia… hay que decirle al consumidor la verdad y dejar que los precios se diferencien por tipos de producto. Seguramente así las diferencias entre los productos más caros y los más baratos aumentarán, pero los consumidores podrán elegir con total confianza qué producto comprar y saber si su gasto se va a corresponder con la calidad obtenida.
La importación de la UE de hortalizas frescas procedentes de países extracomunitarios se situó en 1,3 millones de toneladas en el primer semestre de 2015, un 5% menos que en el mismo periodo del año anterior, según los últimos datos de Eurostat, siendo Marruecos, Israel y Egipto los principales proveedores.
El director general de Cooperativas Agroalimentarias de España, Gabriel Trenzado, ha defendido de cambiar la PAC y medidas «a largo plazo» para proteger al campo frente a las «presiones» y a los cambios alimentarios mundiales que se han acelerado con la guerra de Ucrania.