Investigadores del Instituto de Robótica e Informática Industrial (IRI) y de la Unidad de Mecanización Agraria (UMA) de la UPC trabajan con otros centros de investigación y empresas europeas en el desarrollo de robots que colaboren en las tareas de recolección y poda de viñedos de uva de mesa.
Hasta ahora parece fácil acabar con las malezas usando glifosato, pero este tiene fama de dañar al ser humano y al medioambiente. ¿Qué pasaría si en lugar de herbicidas se usaran robots para acabar con las malezas?
La instalación agrícola ocupa una superficie de 2.400 metros cuadrados, con una producción de 26.000 unidades de lechugas y otras verduras de hoja verde como col rizada, además de albahaca, cilantro y cebolleta. En esta explotación el software y la robótica ocupan el lugar de los trabajadores agrícolas humanos.
Según los historiadores, los seres humanos han estado cultivando plantas durante unos 10,000 años, y durante gran parte de ese tiempo hemos usado bestias de carga para ayudar a cultivar y cuidar los campos. Tan solo el siglo pasado, pasamos de la fuerza animal al potencial de las máquinas, dando lugar a grandes saltos en la eficiencia y la escala en la escena agrícola.
Con sede en Gran Bretaña, AHDB Horticulture (una organización dedicada a diversas iniciativas de I+D para los productores británicos) está financiando parcialmente un nuevo proyecto llamado “EyeSpot“, que se dice que podría revolucionar el control de las malas hierbas.
Investigadores del Instituto de Robótica e Informática Industrial (IRI) y de la Unidad de Mecanización Agraria (UMA) de la UPC trabajan con otros centros de investigación y empresas europeas en el desarrollo de robots que colaboren en las tareas de recolección y poda de viñedos de uva de mesa.