Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han participado en un estudio que ha detectado signos claros de que el secuestro de carbono está en riesgo de desestabilizarse en grandes regiones del planeta. El trabajo, publicado en Nature demuestra que, en algunas zonas, el secuestro de carbono (la diferencia entre el CO2 que capturan y liberan los ecosistemas a la atmósfera) ha variado mucho en los últimos años, con años con mucha productividad vegetal (mucho secuestro) y años con poca (poco secuestro). Los autores alertan de que esta variabilidad es una señal de que los ecosistemas podrían estar en riesgo de desestabilizarse y de entrar en una espiral que les alejase de la situación actual y los llevara a cambios abruptos.
Un equipo de los departamentos de Producción Animal y de Química Agrícola, Edafología y Microbiología estudiará dehesas con diferentes tipologías de explotación y manejo.
Los objetivos del presente trabajo fueron los de estimar las emisiones en la producción de forrajes de las explotaciones lecheras de Cantabria y su huella de carbono, considerando el uso indirecto de la tierra y el potencial secuestro de carbono de los restos vegetales y del purín.
Sesenta explotaciones de vacuno lechero de Cantabria fueron clasificadas en tres modelos forrajeros: i) Pradera (P); ii) Pradera-Maíz (PMz) y iii) Pradera-Maíz-Cultivos Forrajeros de Invierno (PMzCFI), para estimar los gases de efecto invernadero de los forrajes. Los cultivos forrajeros fueron hierba de pradera en pesebre (HPP); ensilado de hierba (EHM) y raigrás italiano (ERM) en microsilos; ensilados de hierba (EHT) y maíz (EMz) en trinchera. Las emisiones de P, PMz y PMzCFI fueron 1519, 1851 y 2382 kg CO2eq ha-1, respectivamente; de ellas, el 20,1 % proceden de las operaciones de cultivo; 9,2 % de los consumibles y 70,6 % del suelo. Las emisiones de los forrajes dentro de la superficie que ocupan en una hectárea fueron 515 kg CO2eq para HPP, 886 kg CO2eq para EHM, 774 kg CO2eq para EHT, 747 kg CO2eq para EMz y 678 kg CO2eq para HPP. Los restos vegetales aportaron 2866 kg MS ha-1 y 3769 kg el purín, equivalente a 4580 kg C con un potencial de secuestro de carbono de 458 kg.
En general, la huella de carbono de cada modelo forrajero sin secuestro de carbono fue 0,219; 0,257 y 0,271 kg CO2eq kg-1 MS en P, PMz y PMzCFI, respectivamente, y entre forrajes de 0,189; 0,266; 0,232; 0,223 y 0,395 kg CO2eq kg-1 MS para HPP, EHM, EHT, EMz y ERM respectivamente. Estos últimos se redujeron hasta 0,0075; 0,069; 0,036; 0,025; 0,17 kg CO2eq kg-1 MS para HPP, EHM, EHT, EMz y ERM respectivamente, al considerar el secuestro de carbono. El manejo del nitrógeno fue la variable mejor relacionada incluyendo o no el secuestro de carbono.
Se concluye señalando que las emisiones por hectárea aumentan con la intensificación, pero disminuyen por kilogramo de materia seca producido. Reemplazar el uso de microsilos (EHM y ERM) por los de trinchera en hierba (EHT) puede ser una opción de mitigación, con emisiones similares al EMz. El cálculo de la huella de carbono debe considerar como sumidero a los restos vegetales y el purín, quienes pueden contribuir compensando el 80 % del total de carbono emitido en la producción de un kilogramo de materia seca.
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han participado en un estudio que ha detectado signos claros de que el secuestro de carbono está en riesgo de desestabilizarse en grandes regiones del planeta. El trabajo, publicado en Nature demuestra que, en algunas zonas, el secuestro de carbono (la diferencia entre el CO2 que capturan y liberan los ecosistemas a la atmósfera) ha variado mucho en los últimos años, con años con mucha productividad vegetal (mucho secuestro) y años con poca (poco secuestro). Los autores alertan de que esta variabilidad es una señal de que los ecosistemas podrían estar en riesgo de desestabilizarse y de entrar en una espiral que les alejase de la situación actual y los llevara a cambios abruptos.