Primero fueron las uvas sin semillas. Ahora, unos científicos indios han desarrollado lo que podría ser la última delicatessen: un mango sin hueso con una textura delicada y jugosa, con un sabor dulce y distintivo cuando está maduro.
Primero fueron las uvas sin semillas. Ahora, unos científicos indios han desarrollado lo que podría ser la última delicatessen: un mango sin hueso con una textura delicada y jugosa, con un sabor dulce y distintivo cuando está maduro.