Destinado en la antigüedad para dar de comer a los patos, la quinoa o quínua se ha convertido en uno de los alimentos más sorprendentes llegados del Nuevo Mundo, no sólo por ser apto para celíacos, sino también porque es tratado como una delicia gastronómica que, además, es un cultivo que se adapta a todos los climas y tiene una alta rentabilidad.
Destinado en la antigüedad para dar de comer a los patos, la quinoa o quínua se ha convertido en uno de los alimentos más sorprendentes llegados del Nuevo Mundo, no sólo por ser apto para celíacos, sino también porque es tratado como una delicia gastronómica que, además, es un cultivo que se adapta a todos los climas y tiene una alta rentabilidad.