Según la OMS y la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), sobre un valor proteico ideal de 100, el amaranto obtiene 75 puntos
Destinado en la antigüedad para dar de comer a los patos, la quinoa o quínua se ha convertido en uno de los alimentos más sorprendentes llegados del Nuevo Mundo, no sólo por ser apto para celíacos, sino también porque es tratado como una delicia gastronómica que, además, es un cultivo que se adapta a todos los climas y tiene una alta rentabilidad.
El grupo de investigación de “Producción Vegetal y Calidad Agroalimentaria” de la Universidad Católica de Ávila (UCAV), dirigido por la Doctora Ingeniera Agrónoma Cristina Lucini, estudia este pseudocereal (Chenopodium quinoa Willd.) que procede de América del Sur, donde es clave en la alimentación por su alto valor nutricional.
Según la OMS y la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), sobre un valor proteico ideal de 100, el amaranto obtiene 75 puntos