Un reciente trabajo de investigación liderado por el BC3 muestra evidencias que fundamentan la necesidad de cambiar la actual metodología de estimación de gases de efecto invernadero procedentes de la gestión de los residuos orgánicos sólidos. El estudio demuestra que el compostaje emite menos gases de efecto invernadero que el almacenamiento convencional de los residuos.
Un reciente trabajo de investigación liderado por el BC3 muestra evidencias que fundamentan la necesidad de cambiar la actual metodología de estimación de gases de efecto invernadero procedentes de la gestión de los residuos orgánicos sólidos. El estudio demuestra que el compostaje emite menos gases de efecto invernadero que el almacenamiento convencional de los residuos.