El IRTA y la Universitat Rovira i Virgili trabajan para poner a punto la metodología del aparato, que identificará de forma inmediata y fiable las ciguatoxinas y las tetradotoxinas, unas sustancias naturales producidas por microorganismos que se pueden encontrar en el pescado y el marisco
Un equipo español con amplia experiencia en el desarrollo de tecnologías útiles para la industria alimentaria, y que es liderado desde la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), ha conseguido ahora diseñar un biosensor que abarata tiempo y recursos en la detección de ácido láctico en alimentos tan diferentes como vino, cerveza y yogur.
Investigadores de la Facultad de Ciencias Químicas de Universidad Complutense de Madrid (UCM) han desarrollado un biosensor óptico, que sirve para determinar in situ la calidad de aguas continentales.
El IRTA y la Universitat Rovira i Virgili trabajan para poner a punto la metodología del aparato, que identificará de forma inmediata y fiable las ciguatoxinas y las tetradotoxinas, unas sustancias naturales producidas por microorganismos que se pueden encontrar en el pescado y el marisco