Es evidente que la crisis ha producido algunos cambios de diversa intensidad en el comportamiento de los consumidores. Muchos de ellos, además, pueden verse ya en los gráficos representativos (casi todos ellos sacados del panel de consumo alimentario). Pero, para ser sistemáticos, utilicemos el método de Jack el Destripador (vayamos por partes):
1. Cada vez se consumen menos alimentos fuera del hogar. El aumento de la incertidumbre sobre las familias, el avance del desempleo y la menor renta disponible de amplias capas de la sociedad, están recuperando comportamientos más conservadores en lo que a gasto alimentario se refiere. Es por eso que no sólo se ha reducido el importe medio de cada consumición fuera de casa (-1,2%), sino que también...