Los recubrimientos comestibles son una alternativa prometedora para controlar la calidad y seguridad de los productos frescos, y que permite prolongar su vida útil
Incorporan extractos y compuestos naturales que pueden ser utilizados tanto con fines antifúngicos como virucidas
Un grupo de investigadores del Instituto Tecnológico Agroalimentario de Extremadura, en colaboración con el Instituto Universitario de Investigación en Recursos Agrarios de la Universidad de Extremadura, han conseguido con el empleo de una molécula prolongar la vida del higo en poscosecha durante 21 días, manteniéndolo tal cual ha sido recolectado sin que se altere el sabor ni la apariencia de la fruta.
Su consumo representa el 16,3 por ciento del total de fruta fresca y el 10,5 por ciento del gasto en esa categoría. Estas frutas alcanzan su mayor incremento de consumo entre los meses de junio y septiembre. El consumo per cápita de melón se sitúa en 8,75 kilos por persona y año y la sandía en una media de 7,87 kilos
Los recubrimientos comestibles son una alternativa prometedora para controlar la calidad y seguridad de los productos frescos, y que permite prolongar su vida útil Incorporan extractos y compuestos naturales que pueden ser utilizados tanto con fines antifúngicos como virucidas