Han analizado en Doñana cómo el decaimiento de los bosques, provocado por las sequías asociadas al cambio climático, afecta a la composición microbiana de los suelos y modifica el ciclo del carbono aumentando las emisiones de CO2. Una de las mayores aportaciones de dióxido de carbono que recibe la atmósfera proviene de las comunidades microbianas del suelo.
Han analizado en Doñana cómo el decaimiento de los bosques, provocado por las sequías asociadas al cambio climático, afecta a la composición microbiana de los suelos y modifica el ciclo del carbono aumentando las emisiones de CO2. Una de las mayores aportaciones de dióxido de carbono que recibe la atmósfera proviene de las comunidades microbianas del suelo.