La producción intensiva de hortalizas en invernadero se enfrenta cada vez más a la escasez de mano de obra. Al mismo tiempo, se espera que contribuya a alcanzar los objetivos fijados en el Pacto Verde de la UE. Por ello, la transformación hacia la agricultura 4.0 es necesaria en este sector. "La agricultura 4.0 debe proporcionar suficientes alimentos de calidad para una población que sigue aumentando y, al mismo tiempo, responder eficazmente a los efectos negativos del cambio climático. Esto no puede hacerse sin la participación intensiva de la automatización y la robótica", afirma el equipo del proyecto BERABOT.
La plaga de la mosca blanca es de alta peligrosidad para los cultivos hortícolas, ya que afecta en la Península a más de 420 especies vegetales y transmite sesenta virus diferentes. La lucha contra la plaga utilizando nanomateriales con proteína “Bt” se está estudiando en la Universidad de Valencia.
Lo han advertido científicos del del Instituto Max Plank de Biología Evolutiva en Plön (Alemania) y de la Universidad de Montpellier (Francia) y abogados de la Universidad de Friburgo (Alemania), en un artículo publicado en la revista “Science”. El proyecto consiste en propagar virus modificados genéticamente a través de los insectos.
Se trata de la variedad de calabaza conocida como “calabaza de peregrino” (Lagenaria siceraria), que se ha utilizado con éxito plantándola en los laterales de los invernaderos, haciendo de barrera al atraer a la mosca blanca y evitando que se instale en el cultivo.
En una circular enviada a finales de abril a todos los aportacionistas de caquis, la Cooperativa Agrícola S.C.J. Coop. V. Algemesí, puso de manifiesto la enorme preocupación existente por las consecuencias que provocan las invasiones de mosca blanca en este cultivo, una plaga que provoca la pérdida de valor económico de la fruta afectada y el aumento de costes de manipulación de frutos con restos de melaza o negrilla.
Investigadores de la U.N. en Palmira evaluaron la resistencia a la mosca blanca en poblaciones producidas a partir de cruzamientos de tomate cultivado y tres ejemplares silvestres resistentes a otros insectos plaga.
La producción intensiva de hortalizas en invernadero se enfrenta cada vez más a la escasez de mano de obra. Al mismo tiempo, se espera que contribuya a alcanzar los objetivos fijados en el Pacto Verde de la UE. Por ello, la transformación hacia la agricultura 4.0 es necesaria en este sector. "La agricultura 4.0 debe proporcionar suficientes alimentos de calidad para una población que sigue aumentando y, al mismo tiempo, responder eficazmente a los efectos negativos del cambio climático. Esto no puede hacerse sin la participación intensiva de la automatización y la robótica", afirma el equipo del proyecto BERABOT.