Los investigadores Javier Raso e Ignacio Álvarez del Grupo de Investigación Nuevas Tecnologías del Procesado de los Alimentos del IA2 de la Universidad de Zaragoza han desarrollado un proceso de aplicación de tecnología de los pulsos eléctricos de alto voltaje (PEF) para la elaboración del vino que ha sido aprobado por la Organización Internacional del Vino (OIV), un organismo intergubernamental de carácter científico-técnico compuesto por 47 Estados miembros de los cinco continentes, que representan el 85% de la producción mundial. La principal función de la OIV consiste en elaborar normas armonizadas y reconocidas internacionalmente, en materia de elaboración de productos vitivinícolas.
España ocupa el puesto dieciséis en el ranking mundial de consumo de vino con 21,3 litros al año por habitante, por detrás de Portugal o Francia, que doblan el consumo de nuestro país.
Los investigadores Javier Raso e Ignacio Álvarez del Grupo de Investigación Nuevas Tecnologías del Procesado de los Alimentos del IA2 de la Universidad de Zaragoza han desarrollado un proceso de aplicación de tecnología de los pulsos eléctricos de alto voltaje (PEF) para la elaboración del vino que ha sido aprobado por la Organización Internacional del Vino (OIV), un organismo intergubernamental de carácter científico-técnico compuesto por 47 Estados miembros de los cinco continentes, que representan el 85% de la producción mundial. La principal función de la OIV consiste en elaborar normas armonizadas y reconocidas internacionalmente, en materia de elaboración de productos vitivinícolas.