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Se pretende obtener una alta eficiencia en el uso de nutrientes y en la competitividad (alelopatía) frente a las malas hierbas en un cultivo acorde con los principios de la agricultura ecológica.
Las actividades se centran en cuatro especies de cultivos seleccionadas en función de su potencial para aumentar la competitividad del sector orgánico: trigo común, trigo sarraceno, soja y patata.
El proyecto desarrolla:
- Métodos, estrategias e infraestructuras para el cultivo orgánico.
- Variedades más resistentes al estrés y más eficientes con el uso de los recursos.
- Métodos mejorados para la producción de semillas orgánicas de alta calidad.
Se llevan a cabo tareas de identificación de variaciones genéticas y fenotípicas relacionadas con la búsqueda de una mayor resistencia/tolerancia abiótica y biótica, mejor adquisición de nutrientes, potencial para incrementar la competitividad y control de malas hierbas, optimización de la producción de semillas y aumento de la calidad nutricional.
El trigo sarraceno se considera un pseudocereal de creciente interés en los mercados debido a su alto valor nutritivo y a la posibilidad de preparar con su harina panes libres de gluten. Su cultivo es fácil y barato incluso en agricultura ecológica, debido a su ciclo de cultivo corto de 8 a 10 semanas e independiente de agroquímicos lo que permite incrementar el balance de beneficio del año agrícola.
Es un cultivo con bajas bajas necesidades de fertilización, poco susceptible al ataque de plagas, fuertemente competitivo contra malas hierbas ejerciendo una acción herbicida natural, y atrae a insectos predadores de plagas funcionando como herramienta de control biológico. Produce no solo en primavera sino también en otoño una bella floración con abundante néctar que atrae a polinizadores funcionando como refugios libres de pesticidas.
El trigo sarraceno además de ser saludable para el consumidor y rentable para el agricultor, es beneficioso para el medio ambiente con capacidad de aumentar la vitalidad y diversidad biológica y paisajística de nuestros agroecosistemas.
El trigo sarraceno es un pseudocereal, sin gluten y con alto contenido de proteínas de alto valor biológico, con creciente demanda entre consumidores de productos nutritivos y saludables, apareciendo como una atractiva alternativa para la dieta de personas celíacas. El Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) ha puesto a disposición de los interesados una guía sobre este cultivo, cuyo objetivo es ayudar a los productores a obtener el mayor éxito posible con esta poligonácea.
El trigo sarraceno es una planta herbácea anual, dicotiledónea, cuyos tallos pueden superar el metro de altura. Sus tallos y ramas son huecos y portan hojas de forma triangular u ovalada triangular. Algunas variedades son sensibles a la quiebra y encamado por acción del viento y lluvia. Las flores son de color rosa o blanco, estando agrupadas en racimos. Éstas presentan dimorfismo que consiste en flores de pistilo largo y estambres cortos y flores con un pistilo corto y estambres largos, impidiendo la autofecundación. Se clasifica como una especie alógama con polinización entomófila.
¿Qué tipo de semillas me pueden interesar sembrar en condiciones semiáridas que posean propiedades nutricionales beneficiosas para la salud del consumidor?
Respuesta de Raquel Ciércoles Tejeda - Fundación Parque Científico Tecnológico Aula Dei.
Por otro lado, cada vez más, el consumidor es más consciente de que la adecuación del patrón de consumo alimentario hacia modelos más saludables puede contribuir de manera importante a la disminución del riesgo de sufrir ciertas patologías y a la promoción de la salud.
Dos ejemplos de cultivos adecuados para zonas semiáridas y que, además, son muy valiosos desde el punto de vista nutricional son los pseudocereales: trigo sarraceno y quínoa (se denominan así porque no pertenecen a la familia de las gramíneas como los cereales, sino que provienen de plantas de hoja ancha).
El trigo sarraceno tiene propiedades nutricionales muy similares a los cereales, pero con algunas ventajas muy importantes que conviene tener en cuenta: posee proteína de alto valor biológico, es decir, proteína con una cantidad suficiente de aminoácidos esenciales. Este cereal no contiene gluten, por lo que es apto para las personas celiacas o intolerantes al gluten. Aporta carbohidratos de absorción lenta, que son paulatinamente absorbidos y regulados por el organismo y son la fuente más eficiente de energía. Es rico en fibra. Además, posee algunas vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales muy importantes. El trigo sarraceno es el único cereal que contiene vitamina P, esencial para el corazón y la salud cardiovascular. También vitamina E, colina, vitaminas del grupo B y ácido linoleico (Omega 6). En cuanto a minerales, destaca su contenido en calcio, azufre, zinc, magnesio, fósforo y potasio.
En el caso de la quínoa es importante destacar su alto contenido en proteínas (más alto que el trigo y el maíz). Según la variedad de la quínoa, puede llegar a contener hasta un 20% de este nutriente. Para todas aquellas personas que siguen una alimentación vegetariana, el consumo de quínoa es fundamental, puesto que aporta una proteína completa y no necesita ser complementada con ningún otro alimento. Su proteína es completa, es decir de alto valor biológico. A diferencia de otras semillas es rica en aminoácidos como la lisina (importante para el correcto desarrollo cerebral), arginina e histidina, básicos para el crecimiento durante la infancia. Así mismo, es una alta fuente de metionina y cistina. Es rico en ácido linoleico, que es un ácido graso esencial polinsaturado perteneciente a los ácidos Omega 6, importante precursor de diversos mediadores celulares indispensables para el correcto funcionamiento y estabilidad de las membranas de las células de nuestro organismo, el desarrollo del sistema nervioso, el hormonal y la regulación de los procesos de coagulación. La quínoa es de fácil digestión, muy asimilable, libre de gluten, por lo que resulta apta para personas celíacas o intolerantes al gluten. Su índice glucémico es muy bajo, siendo muy apropiado para diabéticos (siempre en cantidades moderadas). Contiene minerales como el hierro, magnesio, calcio y fósforo, y vitaminas (C, E, B1, B2 y niacina). También es una excelente fuente de fibra soluble e insoluble.
Estos cultivos se podrían implantar en un sistema de rotaciones alternativas con cereales tradicionales como el trigo o el maíz. La implantación de estos cultivos podría preservar los recursos hídricos y mejorar la calidad de los suelos, ayudando a conseguir una producción agrícola más sostenible y una diversificación de la producción que podría mejorar la renta agraria de los productores. Además, estos productos presentan propiedades nutricionales beneficiosas para la salud del consumidor y no contienen gluten, de modo que pueden ser consumidos por personas celiacas o intolerables al gluten.
Raquel Ciércoles Tejeda - Fundación Parque Científico Tecnológico Aula Dei.
Entidad: Asociación Aragonesa de Agricultura de Conservación (AGRACON)
Contacto: Carlos Molina Pitarch (Técnico AGRACON)
Resumen: Las condiciones edafoclimáticas del secano aragonés no permiten la implantación de una gran variedad de cultivos, por lo que realizar una buena rotación resulta bastante complejo. Por ello desde AGRACON intentamos introducir nuevas especies que puedan adaptarse bien a estos entornos, de forma que existan más alternativas para realizar las rotaciones.
En este contexto el trigo sarraceno (Fagopyrum esculentum) puede ser un cultivo que se adapte a estas condiciones. Sus características botánicas le hacen ser un cultivo altamente rústico, ya que su raíz pivotante es capaz de extraer agua y nutrientes de las capas más profundas del suelo.
Además, se trata de un pseudocereal que plantea una alternativa en los productos elaborados destinados a una dieta libre de gluten, tan demandada en los últimos años.
En AGRACON se cuenta con alguna experiencia previa en el cultivo del mismo, y continuamente recibimos consultas sobre semilla, manejo del cultivo y producciones de numerosos agricultores que se plantean el cultivo del trigo sarraceno como alternativa a los cultivos habituales o como especie a introducir en un plan de rotación.
Por tanto, uno de los principales fines de este ensayo, es establecer y/o elaborar de forma continuada una base de datos completa sobre el cultivo (manejo, obtención de semilla, condiciones óptimas de cultivo…) para poder transmitir dicha información a todo aquel que esté interesado en el mismo.
Utilizar radiación de microondas para mejorar las harinas de trigo sarraceno, con un sobresaliente perfil nutricional y aptos para las personas intolerantes al gluten, es lo que propone el trabajo final de máster (TFM) ganador de la segunda edición del premio La ciencia en femenino, que otorga la Cátedra AgroBank de la Universitat de Lleida (UdL). Ainhoa Vicente Fernández, máster en Ingeniería Agronómica por la Universidad de Valladolid (UVa), ha recibido este martes 5 el galardón, dotado con 3.000 euros, en el marco de la Feria Alimentaría de Barcelona.