Unió de Pagesos calcula que las precipitaciones abundantes de mayo y junio en las zonas de Cataluña productoras de cereza, a menudo venían precedidas de fuertes vientos, han perjudicado gravemente la agricultura, con unas pérdidas económicas que pueden superar los 12 millones de euros y unas pérdidas entre el 35% y el 45% de producción, que pueden llegar al 60% en el caso de las variedades más tardías. Este hecho, junto con una caída del precio en origen del 50% respecto a la media de los últimos tres años.
Las pescaderías españolas han visto alterado su abastecimiento de género en los últimos días, como consecuencia del clima. También se han encarecido algunas especies.
En muchas localidades fueron los tractores, equipados con palas, los que limpiaron las carreteras y vías para poder salir de la incomunicación.