En la naturaleza, cuando no hay agua, las plantas dejan de crecer. Los científicos han aprovechado este mecanismo de defensa natural en las últimas décadas para diseñar variedades vegetales resistentes a la sequía. El problema es que si la planta frena su crecimiento, se puede arruinar una cosecha. Ahora, un grupo de investigadoras ha conseguido plantas que en situaciones extremas de sequía, siguen creciendo. Lo han logrado con una hierba, pero lo siguiente va a ser ensayarlo en cereales.
Un proyecto europeo, en el que participa el Centro de Investigación en Agrigenómica, está evaluando un sistema alternativo de producción de arroz. La práctica consiste en inundar los campos de dos a cinco centímetros de agua, dejarlos secar hasta que el suelo llegue al límite de humedad necesaria e inundarlos de nuevo. El nuevo método puede reducir entre un 15% y un 30% el consumo de agua y hasta un 48% de emisión de metano, sin disminuir la producción.
En la naturaleza, cuando no hay agua, las plantas dejan de crecer. Los científicos han aprovechado este mecanismo de defensa natural en las últimas décadas para diseñar variedades vegetales resistentes a la sequía. El problema es que si la planta frena su crecimiento, se puede arruinar una cosecha. Ahora, un grupo de investigadoras ha conseguido plantas que en situaciones extremas de sequía, siguen creciendo. Lo han logrado con una hierba, pero lo siguiente va a ser ensayarlo en cereales.