Desde la invención de la agricultura, hace 10.000 años, el ser humano ha transformado de tal manera algunas plantas y animales que ahora estas especies serían incapaces de sobrevivir en la naturaleza.
Expertos en agrigenómica han defendido hoy en Barcelona la manipulación genética de las plantas para incrementar hasta en un 70 por ciento la producción mundial de alimentos y abastecer con ello a los habitantes de la Tierra en el año 2050.
Los tomates se obtienen por el proceso de partenocarpia, transformando en fruto el ovario de la flor sin necesidad de que se fecunde mediante la polinización.
Un proyecto europeo, en el que participa el Centro de Investigación en Agrigenómica, está evaluando un sistema alternativo de producción de arroz. La práctica consiste en inundar los campos de dos a cinco centímetros de agua, dejarlos secar hasta que el suelo llegue al límite de humedad necesaria e inundarlos de nuevo. El nuevo método puede reducir entre un 15% y un 30% el consumo de agua y hasta un 48% de emisión de metano, sin disminuir la producción.
Desde la invención de la agricultura, hace 10.000 años, el ser humano ha transformado de tal manera algunas plantas y animales que ahora estas especies serían incapaces de sobrevivir en la naturaleza. Ejemplo de ello es el maíz, fruto de la modificación genética.
Desde la invención de la agricultura, hace 10.000 años, el ser humano ha transformado de tal manera algunas plantas y animales que ahora estas especies serían incapaces de sobrevivir en la naturaleza.