La rosa del azafrán esconde un tesoro en su interior: sus estigmas, de color y aroma intensos, cautivan al hombre desde hace casi 4.500 años.
La 'Reseda minoica', que se distribuye en Creta, Chipre y sur de Anatolia (Turquía), es el ancestro silvestre de una especie cultivada desde la época romana por el perfume de sus flores