La preocupación por el medioambiente supone un desafío creciente para el sector ganadero porcino, un sector cada vez más intensificado. Teniendo en cuenta que esta intensificación de la producción porcina, y un cierto grado de desvinculación del cultivo de la tierra ha tenido como resultado la producción de excedentes de purines, principal subproducto de las explotaciones porcinas. Dicho purín tiene un alto valor fertilizante para las tierras de cultivo, sin embargo, el mal uso puede causar problemas de contaminación de suelos, acuíferos y cursos de agua. Por otro lado, si se lleva a cabo el correcto manejo del purín puede ser un sustitutivo a los abonos minerales favoreciendo así a la economía circular.
Actualmente la aplicación de purín como fertilizante es un problema debido a la percepción negativa que genera sobre el medioambiente, sin embargo, se puede convertir en una oportunidad sostenible, siendo una solución a los altos precios que están alcanzando los abonos minerales nitrogenados. Por lo tanto, la aplicación de las deyecciones de porcino como fertilizante, además de favorecer la economía circular, puede suponer un ahorro en los abonados de los agricultores. De esta manera se reduce el impacto sobre el medioambiente y se reducen costes económicos.
La experiencia demuestra que, en suelos de fertilidad normal, el elemento clave de la nutrición de los cultivos es el nitrógeno. El nitrógeno se encuentra en el purín de cerdo hasta en un 70% en forma inorgánica (cuya absorción es rápida por parte de las plantas), y el resto en forma orgánica (absorción lenta para los cultivos, debido a que se tiene que transformar). Por lo general, los cultivos incrementan fuertemente su producción si aportamos nitrógeno. Este aumento es mayor a dosis bajas, pero a medida que aumenta la cantidad aportada disminuye el incremento de rendimiento que se consigue, de forma que a partir de una determinada dosis no sólo no se incrementa la producción, sino que generalmente disminuye. El nitrógeno, al ser muy soluble, dependiendo del tipo de suelo y la climatología, se puede lixiviar del suelo si permanece un largo tiempo sin ser absorbido por la planta, por lo que en estos casos se recomienda fraccionar las dosis de abonado.
Tras la realización de la actividad “ESTRATEGIA DE MEJORA DEL MANEJO DE SUBPRODUCTOS PROCEDENTES DE LA INDUSTRIA PORCINA Y SU CORRECTA VALORIZACIÓN AGRONÓMICA FAVORECIENDO LA ECONOMÍA CIRCULAR” enmarcada dentro de Programa de Desarrollo Rural para Aragón 2014-2020, para la anualidad 2021, se pudo observar la diferenciación de dos zonas de suelo en la parcela de estudio, una con mayor cantidad de grava que la otra. En la zona de la finca con mayor proporción de grava puede tener lugar la pérdida de los nutrientes por lixiviación ya que, el suelo tiene una baja capacidad de retención y por consiguiente el árbol no aprovecha los nutrientes suministrados mediante los abonados con purín.
Por eso, en este proyecto se propone el estudio y aplicación de purines en una plantación de almendros que pertenece a una Zona Vulnerable a Nitratos. Optimizando al máximo de los recursos, ahorrando costes y dosificando las aplicaciones de insumos contribuyendo a la sostenibilidad de los sistemas agrícolas.
Código DRU: TRF2022GA0027
Entidad / Contacto: SOCIEDAD COOPETATIVA GANADERA DE CASPE/Carolina Luna Valiente
Localización de la actividad:
Agropecuaria Valén Martín SL (Fabara, Zaragoza)
Campos experimentales (Fabara y Nonaspe, Zaragoza)
Agropecuaria Panillo Beltrán SL (Fabara, zaragoza)
La preocupación por el medioambiente supone un desafío creciente para el sector ganadero porcino, un sector cada vez más intensificado. Teniendo en cuenta que esta intensificación de la producción porcina, y un cierto grado de desvinculación del cultivo de la tierra ha tenido como resultado la producción de excedentes de purines, principal subproducto de las explotaciones porcinas. Dicho purín tiene un alto valor fertilizante para las tierras de cultivo, sin embargo, el mal uso puede causar problemas de contaminación de suelos, acuíferos y cursos de agua. Por otro lado, si se lleva a cabo el correcto manejo del purín puede ser un sustitutivo a los abonos minerales favoreciendo así a la economía circular.
Actualmente la aplicación de purín como fertilizante es un problema debido a la percepción negativa que genera sobre el medioambiente, sin embargo, se puede convertir en una oportunidad sostenible, siendo una solución a los altos precios que están alcanzando los abonos minerales nitrogenados. Por lo tanto, la aplicación de las deyecciones de porcino como fertilizante, además de favorecer la economía circular, puede suponer un ahorro en los abonados de los agricultores. De esta manera se reduce el impacto sobre el medioambiente y se reducen costes económicos.
La experiencia demuestra que, en suelos de fertilidad normal, el elemento clave de la nutrición de los cultivos es el nitrógeno. El nitrógeno se encuentra en el purín de cerdo hasta en un 70% en forma inorgánica (cuya absorción es rápida por parte de las plantas), y el resto en forma orgánica (absorción lenta para los cultivos, debido a que se tiene que transformar). Por lo general, los cultivos incrementan fuertemente su producción si aportamos nitrógeno. Este aumento es mayor a dosis bajas, pero a medida que aumenta la cantidad aportada disminuye el incremento de rendimiento que se consigue, de forma que a partir de una determinada dosis no sólo no se incrementa la producción, sino que generalmente disminuye. El nitrógeno, al ser muy soluble, dependiendo del tipo de suelo y la climatología, se puede lixiviar del suelo si permanece un largo tiempo sin ser absorbido por la planta, por lo que en estos casos se recomienda fraccionar las dosis de abonado.
Tras la realización de la actividad “ESTRATEGIA DE MEJORA DEL MANEJO DE SUBPRODUCTOS PROCEDENTES DE LA INDUSTRIA PORCINA Y SU CORRECTA VALORIZACIÓN AGRONÓMICA FAVORECIENDO LA ECONOMÍA CIRCULAR” enmarcada dentro de Programa de Desarrollo Rural para Aragón 2014-2020, para la anualidad 2021, se pudo observar la diferenciación de dos zonas de suelo en la parcela de estudio, una con mayor cantidad de grava que la otra. En la zona de la finca con mayor proporción de grava puede tener lugar la pérdida de los nutrientes por lixiviación ya que, el suelo tiene una baja capacidad de retención y por consiguiente el árbol no aprovecha los nutrientes suministrados mediante los abonados con purín.
Por eso, en este proyecto se propone el estudio y aplicación de purines en una plantación de almendros que pertenece a una Zona Vulnerable a Nitratos. Optimizando al máximo de los recursos, ahorrando costes y dosificando las aplicaciones de insumos contribuyendo a la sostenibilidad de los sistemas agrícolas.