El nitrógeno es esencial para las plantas, pero las plantas solo pueden absorberlo en algunas de sus formas químicas. Algunas de estas formas se encuentran naturalmente en los suelos, pero no en las cantidades necesarias para alcanzar un rendimiento adecuado de los cultivos.
María Del Milagro Coca Abia Unidad de Sanidad Vegetal Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA)Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2)mcoca@aragon.es
Los insectos son artrópodos que constituyen más del 50% de la biodiversidad de nuestro planeta. Su origen se remonta a épocas pretéritas, concretamente al Cámbrico hace más de 500 millones de años, lo que significa que han tenido tiempo suficiente para adaptarse a todo tipo de ambientes, hasta llegar a constituir uno de los grupos zoológicos más diversos.
Ocultos bajo la superficie y enredados en las raíces de la asombrosa y diversa vida vegetal de la Tierra, existe una superautopista biológica que vincula entre sí a los miembros del reino vegetal en lo que los investigadores llaman “La Web del Bosque”.
El nitrógeno es esencial para las plantas, pero las plantas solo pueden absorberlo en algunas de sus formas químicas. Algunas de estas formas se encuentran naturalmente en los suelos, pero no en las cantidades necesarias para alcanzar un rendimiento adecuado de los cultivos.