El proyecto también demostrará la viabilidad para desensamblar los componentes de los productos, favoreciendo así su reciclaje y posterior revalorización
El proyecto demuestra con éxito cómo un modelo de bioeconomía industrial también puede funcionar con productos no destinados a un uso energético, como detergentes y lubricantes biodegradables o moléculas de interés para el sector de cosmética.
La superficie de cultivo de girasol se vio incrementada el año pasado en un 44% en Navarra mientras que el de colza subió un 30% aproximadamente, según la última Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivo de España.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) inicia hoy el trámite de consulta pública del proyecto de Real Decreto que aprobará la norma de calidad de los aceites vegetales comestibles. Esta norma nace con el objetivo de eliminar restricciones a las materias primas autorizadas para la elaboración de aceites vegetales comestibles y fijar criterios de etiquetado que proporcionen información adecuada y suficiente al consumidor.
El índice de precios de los alimentos de la FAO se situó en marzo de 2022 en un promedio de 159,3 puntos, es decir, 17,9 puntos (un 12,6 %) más que en febrero, con un salto gigante que lo llevó a un nuevo nivel, el más elevado desde su creación en 1990. El último aumento obedece a los nuevos máximos históricos de los subíndices de los aceites vegetales, los cereales y la carne, mientras que también subieron notablemente los del azúcar y los productos lácteos.
En el sector del transporte los biocombustibles han impulsado la transición desde un modelo energético dependiente del petróleo a un escenario renovable.
La tramitación parlamentaria de la Ley de Calidad también ha sido uno de los temas tratados en la última asamblea de la Asociación Nacional de Empresas para el Fomento de Oleaginosas Nacional, su Extracción y Refino (AFOEX) celebrada en Madrid.
El índice de precios de los alimentos de la FAO se mantuvo estable en agosto, al repuntar los
precios de los cereales mientras que bajaron los de aceites vegetales y azúcar.
Distintos estudios experimentales realizados por un equipo de investigadores de la University of Georgia Griffin que lidera el profesor Walid Alali concluyeron que poner aceites de origen vegetal en el agua con la que se alimenta a los pollos puede ser un método eficaz para reducir la contaminación por salmonella en los productos derivados de estos animales.
El proyecto también demostrará la viabilidad para desensamblar los componentes de los productos, favoreciendo así su reciclaje y posterior revalorización