Una nueva investigación científica confirma la creciente relevancia que la aplicación de una serie de tecnologías de resonancia magnética nuclear (RMN) podría suponer para la industria del aceite de oliva, un procedimiento que los científicos han utilizado para identificar diferentes mezclas de aceite.
La nueva enmienda logra mejores resultados que las actuales tanto en el tamaño de los cultivos como en producción. Los investigadores aplicaron el biofertilizante a cuatro cultivos: pimiento, tomate, fresa y pepino. En todos hallaron un aumento del crecimiento de la planta y el tamaño del fruto en, al menos, un 20 por ciento.
Ante la cercanía del inicio de la recolección de la actual campaña, la Red Andaluza de Alterna e
Inspección Fitosanitaria realiza una serie de recomendaciones para saber cuál es el momento
más idóneo de realizarla en nuestra parcela. Para ello, hay que valorar el estado de maduración
de los frutos.
Cada vez que Trump habla, sube el pan. No es un decir. La última ha sido con la primera ministra del Reino Unido, la penúltima llamar Pocahontas a la senadora demócrata Elizabeth Warren en un acto celebrado en honor a los Navajo y su papel en la Segunda Guerra Mundial,- en la que se utilizó su lengua como código cifrado-.
El proyecto "Probiolives", en el que han participado durante tres años investigadores de Grecia, Italia, Portugal y España, ha logrado la fermentación de las aceitunas de mesa con bacterias lácticas autóctonas dotadas de esas propiedades probióticas.
Un estudio publicado hoy en la revista PNAS predice que el cambio climático podría modificar la productividad de los campos de olivos en la cuenca del Mediterráneo. Según los autores, hay regiones que aumentarían su rendimiento y otras, sin embargo, podrían quedar desiertas. En España, el modelo prevé un aumento en el beneficio neto, a pesar de que en la zona central del país este beneficio disminuye.
Cuando se produce un galón del aceite de oliva, todavía hay 38 libras de residuos de las olivas—las pieles, la pulpa y las semillas. Estos residuos se llaman el orujo ('pomace' en inglés), y ellos típicamente no tienen mucho valor.
Una nueva investigación científica confirma la creciente relevancia que la aplicación de una serie de tecnologías de resonancia magnética nuclear (RMN) podría suponer para la industria del aceite de oliva, un procedimiento que los científicos han utilizado para identificar diferentes mezclas de aceite.