El mercado minorista de los alimentos de origen vegetal en España, con una facturación de 447,4 millones de euros, es el cuarto más grande de Europa, por detrás de Alemania, con 1900 millones, Reino Unido (982 millones) e Italia (681 millones), y se estima que seguirá creciendo considerablemente en los próximos años.
Nuestras acciones como consumidores influyen no sólo en las fluctuaciones de los mercados, también tienen una influencia significativa en nuestro sistema agroalimentario. Conscientes de ello, en AINIA Consumer hemos realizado un estudio con motivo del Día Mundial de la Alimentación, sobre el cambio de hábitos de consumo hacia estilos más saludables y sostenibles. En este artículo mostramos algunos de los resultados obtenidos en este estudio.
En octubre de 2020 el Parlamento Europeo rechazó todas las propuestas dirigidas a la censura a la alimentación vegetal reservar ciertas denominaciones a productos que contengan carne, de modo que los productos sustitutivos de la carne elaborados a partir de vegetales, pudieron seguir comercializándose con los nombres habituales.
El 65% de los padres y madres encuestados afirma que sus hijos consumen más vegetales que ellos a su edad. Además, tras el impacto de la COVID-19, el 30% de los españoles ha modificado sus hábitos alimenticios, en especial para incrementar su consumo de vegetales.
Si parece un pato, nada como un pato, y grazna como un pato, entonces probablemente sea un pato. Esta clásica expresión para ejemplificar cualquier razonamiento inductivo salta por los aires cuando hablamos de Heura, la creación de Foods For Tomorrow, una compañía española que propone nada menos que 'pollo sin pollo', y que va a por todas en el mundo de la alimentación sostenible y de la satisfacción de la demanda vegana.
Según un miembro de la junta de la PBFA (Plant Based Foods Association) de Estados Unidos, prohibir el uso de términos lácteos en alimentos de origen vegetal es más un problema que una solución, ya que crearía un mayor nivel de confusión entre los consumidores y probablemente se violaría la Primera Enmienda a la Constitución estadounidense.