La producción de frutas bajo invernadero data del siglo XVII y aunque en la actualidad este modelo productivo no está muy extendido, puede ser una alternativa interesante y muy rentable para especies de alto valor en áreas en las que la producción hortícola intensiva está perdiendo rentabilidad. La ampliación de los ciclos de cultivo para producir en épocas más favorables, el incremento de la productividad y la calidad y la extensión de las áreas de cultivo, con el uso de los invernaderos, son las claves del éxito. Características específicas de los frutales como su carácter perenne, el tamaño de los árboles o las necesidades de acumular horas de frío para brotar, plantean nuevos retos. En este capítulo se recogen ejemplos de producción en invernadero de cultivos tropicales (plátano y papaya), subtropicales (mango, níspero japonés), mediterráneos (uva de mesa) y de zonas templadas (melocotonero y cerezo)
Se incide continuamente en la necesidad de adaptarse a las demandas del mercado y de los consumidores. Se ha fallado el Innovation Award 2015 (en el marco de FRUIT LOGISTICA, feria celebrada días atrás en Berlín). La variedad de papaya sin pepitas ha sido la innovación vencedora.
Es posible cultivar papaya en la Península, sí; es un cultivo rentable, sí; ahora bien, la clave actualmente está en encontrar una variedad que se adapte a las condiciones climáticas peninsulares, que son distintas a las del archipiélago canario, donde hoy día se cultiva y exporta papaya.