El cambio climático, con el calentamiento global y las consecuencias que implica este fenómeno, está afectando gradualmente a la producción agrícola. Las heladas, temperaturas extremas y escasez de agua ya apuntan efectos como la reducción en las cosechas de cereales como maíz, trigo y arroz.
En un año en el que la campaña de patata ha dado unos rendimientos excelentes y unos precios desastrosos «sólo destacan los agricultores competitivos», apunta la ingeniero de Comité Nord Anne Ponce de León, que subraya la necesidad de los cultivadores de gozar de una «estabilidad a lo largo de los años» y que se consigue mediante «la diferenciación del producto».
La producción nacional de cereales, que desciende un 24%, será media-baja y su alta calidad marcará esta campaña