La introducción de cultivos perennes en las calles de los almendros mediterráneos de secano reduce la emisión de gases de efecto invernadero y aumenta el secuestro de carbono del suelo
El aceite esencial de tomillos de invierno (Thymus hyemalis) se convierte en uno de los primeros resultados del proyecto europeo Diverfarming, financiado a través del programa H2020 de la Comisión Europea, para la experimentación e implantación de técnicas de diversificación de cultivo y manejos sostenibles
Resumen: La utilización de antibióticos para controlar patologías era el recurso más extendido hasta hace algunos años, pero actualmente va en contra de la tendencia actual de reducir y/o eliminar cada vez más estos antibióticos de la producción porcina por todos los problemas de resistencias que producen. Además, a nivel social ya se está manifestando la necesidad de reducir esta aplicación y los consumidores exigen cada vez más una calidad en los productos, que pasa por eliminar su presencia hasta lo más mínimo.
El problema que surge es que al eliminar los antibióticos los animales están más predispuestos a ser afectados por patógenos, por lo que se hace necesario desarrollar nuevos productos que no lleven componentes antibióticos pero presenten el mismo efecto antimicrobiano para evitar las principales patologías propias de cada fase. En el caso del porcino, los principales patógenos que afectan a los animales en transición y cebo acarrean problemas digestivos y por tanto, retrasos, bajas y reducción del rendimiento de la explotación.
El que se pretende testar con este proyecto es un producto compuesto por mazorca de maíz, semillas de algarroba, tomillo y achicoria, y enriquecido con oligoelementos que potencian su efecto protector digestivo, favoreciendo el equilibrio de la flora microbiana intestinal.
La introducción de cultivos perennes en las calles de los almendros mediterráneos de secano reduce la emisión de gases de efecto invernadero y aumenta el secuestro de carbono del suelo