Un grupo de científicos de la Universidad de Granada ha encabezado un estudio internacional que se ha centrado en identificar bacterias presentes en embutidos tradicionales de Granada.
Lo han logrado insertando en las plantas de tabaco genes de bacterias que producen un tipo de poliéster, con el que se puede hacer plástico biodegradable, un polímero o biopolímero llamado polihidroxibutirato (PHB).
El estudio, liderado por un equipo del Instituto de Ciencia y Tecnología Animal de la Universitat Politècnica de València, concluye que el sistema inmunológico está influenciado de forma diferente por la composición bacteriana de cada población En el trabajo han participado también investigadoras de la Universidad Miguel Hernández y de la Universitat de Lleida. Sus resultados podrían contribuir a mejorar el bienestar animal y la sostenibilidad del sector ganadero
El foco de la mayoría de los trabajos recayó sobre la detección de las bacterias Escherichia coli, Salmonella spp. y Listeria monocytogenes, con índices de prevalencia que varían del 0,7 % al 100 %, del 0,6 % al 26,7 % y del 0,2 % al 33,3 % respectivamente.
El consumo de alimentos ultraprocesados ha aumentado de manera exponencial durante las últimas décadas con los consecuentes efectos adversos para la salud humana. Diferentes estudios científicos han observado que estos alimentos podrían modificar la microbiota intestinal y explicar en parte algunos de estos efectos adversos para la salud humana observados en estudios prospectivos realizados sobre grandes poblaciones.
El nitrógeno es esencial para las plantas, pero las plantas solo pueden absorberlo en algunas de sus formas químicas. Algunas de estas formas se encuentran naturalmente en los suelos, pero no en las cantidades necesarias para alcanzar un rendimiento adecuado de los cultivos.
Diversos estudios apuntan que determinadas bacterias pueden alterar la composición del microbioma intestinal, dando oportunidades a otras bacterias patógenas.
Emprendedores de Archidona (Málaga) comercializarán un producto fabricado en base a una biotecnología pionera que permitirá eliminar por completo el consumo de productos químicos en la aplicación de fertilizantes y fitosanitarios en una finca agrícola.
El grupo de investigación ‘Desarrollo de técnicas microbiológicas para la mejora de suelos de interés agrícola’ de la Universidad de Almería (UAL) ha identificado el conjunto de bacterias y hongos que degradan la materia orgánica para su conversión en compost.
La herramienta bioinformática, llamada GeM-Pro, permite determinar qué microorganismo puede ser potencialmente más beneficioso o eficiente para su uso como bioestimulante de plantas o agente de biocontrol de plagas. El nuevo software puede analizar rápidamente cientos de genomas en poco tiempo, en cualquier ordenador casero.
Se trata de los microorganismos Bacillus subtilis y Pseudomonas, que tienen un papel protector de las plantas cuando se encuentran en un mismo espacio, mejorando su salud y reduciendo el uso de fertilizantes, según han demostrado investigadores del Laboratorio BacBio de la Universidad de Málaga.
Al igual que los humanos y los animales, las plantas se deenden contra los patógenos con la ayuda de su sistema inmunológico. ¿Pero cómo activan sus defensas celulares? Investigadores de la Universidad Técnica de Munich (TUM) han descubierto que los receptores en las células de las plantas identican las bacterias a través de bloques de construcción moleculares simples.
Un grupo de científicos de la Universidad de Granada ha encabezado un estudio internacional que se ha centrado en identificar bacterias presentes en embutidos tradicionales de Granada.