Investigadores han desarrollado un software basado en inteligencia artificial (IA) que puede analizar datos de secuenciación de ARN (RNA-Seq) en varios organismos como plantas y animales.
El viticultor de California, Steve McIntyre, estaba familiarizado con la enfermedad de Pierce o Xylella fastidiosa, pero eso no lo preparó para lo que vio cuando visitó la granja de cítricos y aguacates de su hermano en el sur de California en 1998.
Si bien la crisis por la COVID ha supuesto un reto sin precedentes para nosotros, me complace poder decir que también ha reafirmado mi confianza absoluta en el potencial y la robustez de nuestro sector. En estos tiempos de crisis, las cooperativas agrarias han demostrado una vez más su capacidad para innovar, superar desafíos y reforzar su capacidad de resistencia sin dejar de proveer a los consumidores. A raíz de esta crisis, se pusieron en marcha grandes iniciativas innovadoras, con el fin de salvaguardar la seguridad alimentaria, reajustar los mecanismos de la cadena de valor, mantener la competitividad del mercado y satisfacer las necesidades emergentes de los consumidores y de nuestros socios de la cadena agroalimentaria.
El sector porcino español, en voz de Interporc, “es un caso de éxito que se ha construido sobre sólidos pilares, entre los que se pueden destacar un modelo de producción sostenible y la preocupación por el bienestar animal, principios que todos los agentes de la cadena de valor han interiorizado hasta formar parte de nuestro ADN”.
Más de un centenar de científicos y científicas que investigan el ADN del arroz se encontraron la semana pasada en el Auditorio AXA de Barcelona, en el marco del Simposio Internacional de Genómica Funcional de Arroz (ISRFG, de sus siglas en inglés).
Los investigadores han mapeado el ADN de las bacterias que se encuentran dentro de una enfermedad crónica que afecta a las vides, una hazaña que esperan que, en última instancia, ayude a proteger la industria del vino y los productos de la vid
Un estudio español abre la puerta a nuevas investigación en el campo de la Ecología de comunidades de plantas y se estima que supondrá un paso adelante en sus muchas otras aplicaciones
Rendimientos estables, resistente a enfermedades y tolerante a temperaturas más altas son los requisitos que deberá combinar el cereal del futuro. Investigadores estudian las regiones del genoma y los mecanismos que se activan frente a patógenos o de golpes de calor.
El equipo de investigación del biólogo William Thompson de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (Estados Unidos) han descrito el proceso que utiliza el maíz para desenredar y replicar pequeños segmentos de sus cromosomas en diferentes momentos, según ha sido publicado en la edición de agosto de The Plant Cell. La replicación del ADN se ha caracterizado claramente en las células animales, pero se sabía poco sobre los programas de sincronización de la replicación en las células vegetales.
Investigadores de la Universidad de Florida están trabajando con ADN para criar la ‘vaca del futuro’, que se adapte a las condiciones climáticas cada vez más marcadas por el calentamiento global.
Este estudio permitirá abordar objetivos de mejora del melón, como el aumento de la calidad de la fruta o la resistencia a las plagas y enfermedades. En una perspectiva más general, se necesitarán estudios como éste para obtener nuevas variedades de plantas que permitan dar respuesta a los desafíos en la agricultura.
Esta planta pertenece a la familia de las ‘Brassicaceae’, que incluye más de 3.000 especies diferentes, entre ellas cosechas de importancia económica como la colza, la col o la mostaza.
La sostenibilidad ambiental es uno de los pilares que conforman el ADN del sector porcino de capa blanca