La bioponía es un sistema que combina la hidroponía con fertilizantes orgánicos en lugar de minerales y que entre otras ventajas contribuye a reducir la huella de carbono. Con este sistema, el centro tecnológico Neiker ha logrado producir lechugas un 20% más grandes que las obtenidas mediante el cultivo hidropónico.
Lechuga iceberg, romana, mini romana, little gem, corazones, lollos, hoja de roble, rúcula, canónigos, espinacas… escarolas, canónigos, berros, espinacas, apio, brássicas… son algunos de los colores, sabores y texturas que estarán el próximo año en los lineales de lechugas y ensaladas de los mercados, supermercados y tiendas de alimentación.
Para los cultivadores de lechuga son prioritarias las tecnologías de mecanización y la eficacia de la logística del campo a las tiendas. Para el periodo 2020 -30 en el sur de Europa los productores de lechugas cada vez serán organizaciones de productores más grandes y con plantaciones de cientos de hectáreas.
Así lo reflejan los datos correspondientes al mes de febrero que recoge el Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos, que fija un margen comercial para la lechuga del 967 por cien. Para el brócoli es del 846 por ciento, mientras que el margen comercial para la patata ha sido del 564 por cien, el calabacín ha dejado un margen del 447 por ciento, el tomate un 388, la berenjena un 196, el pimiento verde un 187, el rojo un 161 y el pepino un 165 por ciento.
Cultivar frutas y verduras dentro de casa ya es posible y sin necesidad de ocupar demasiado espacio gracias a las llamadas "paredes verdes", que pretenden convertirse en una solución ecológica y eficiente para comer de forma saludable.
Los jardines verticales llegaron a nuestras vidas hace ya algunos años, con el que se levanta en el edificio de Caixa Fórum en Madrid como uno de sus máximos exponentes en España. Poco a poco se fueron adentrando en nuestros hogares y se convirtieron en un elemento más de decoración de interior.
Entre semiconductor y semiconductor, Fujitsu tiene tiempo para plantar lechugas. De verdad. Parece una noticia del primero de abril o el 28 de diciembre. O un relato de Roald Dahl. O un corto de Luis Buñuel. Pero no. Es real. Y además lo hacen en una fábrica de Fukushima, probablemente el último lugar en el que uno iría a comprar verdura fresca en estos momentos.
La lechuga, tercera hortaliza en España por importancia económica, protagonizó el pasado 6 de marzo una jornada sobre la mejora del uso del agua y los nutrientes para su cultivo. La sesión estuvo organizada por PRIMAFLOR y Cajamar Caja Rural y tuvo lugar en la sede que la empresa tiene en Pulpí (Almería).
La provincia almeriense dedica a este cultivo más de 7.000 hectáreas, siendo el tercer producto en importancia después del tomate y del pimiento. La producción en la pasada campaña generó en origen más de 60 millones de euros
La bioponía es un sistema que combina la hidroponía con fertilizantes orgánicos en lugar de minerales y que entre otras ventajas contribuye a reducir la huella de carbono. Con este sistema, el centro tecnológico Neiker ha logrado producir lechugas un 20% más grandes que las obtenidas mediante el cultivo hidropónico.